Pezzolano iguala a Luis César y sus cifras de despido
Pezzolano suma el 51% de los puntos disputados, casi lo mismo que el gallego (50%) y Portugal (46%) cuando fueron destituidos
Luis César, en su etapa blanquivioleta.
Cada Liga es un mundo diferente. Hay años en los que el ascenso está a precio de angulas y otros en que casi hacen la oferta de llévese 3 y pague 2. Como éste. Por eso una temporada puede ser buena pero no reflejarse como debiera en la tabla, y otra más floja cuenta con premio añadido de conseguir el objetivo con un esfuerzo menor.
El Real Valladolid de Pezzolano es séptimo en la tabla, a un punto de la promoción, cinco del ascenso directo y ya a ocho del liderato. Pero sus 48 puntos en 31 partidos le colocan con un 51% de porcentaje de puntos obtenidos respeto a los disputados. Es prácticamente la mitad, una cifra muy pobre para pensar en el ascenso a Primera.
No hay más que comparar estos guarismos con los de Luis César que provocaron su despido en la temporada 17-18. El gallego, 11º, permaneció en el banquillo tres partidos más y logró 51 puntos de 102 posibles, justo el 50% del total. Un porcentaje casi calcado al del uruguayo.
Tampoco distó mucho en la temporada 15-16 el de Miguel Ángel Portugal, quien heredó el equipo de Gaizka Garitano, antes de pasárselo a Alberto López, en un año con tres entrenadores. El burgalés se mantuvo durante 26 jornadas en las que obtuvo 36 puntos de 78 posibles. Se fue con el equipo 15º, siendo 11º durante el lapso que él lo entrenó. Su 46% de puntos es muy cercano a las cifras de Luis César y Pezzolano, quien aguanta el despido, a diferencia de sus dos antecesores.
Los números de Garitano (15-16) son mucho peores que los de éste trío, aunque no le dieron tiempo a recuperarse. Sumó en los nueve primeros partidos de Liga sólo 9 puntos, el 33%. El vasco dejó al equipo en zona de descenso.
Tampoco son asimilables las del destituido Pacheta, ya que su Real Valladolid era de Primera y la puntuación es mucho menor. Su equipo sumó el 39% de los puntos jugados y era 16º, fuera de descenso... hasta que llegó Pezzolano.