Valladolid vuelve al Tour con Iván Romeo

La ciudad de Valladolid ha sido cuna de grandes deportistas, entre ellos ciclistas como Juan Carlos Domínguez, Ricardo Serrano o Tomás Nístal, junto a otros que completan una lista de 11. Número que incrementa si se cuenta a los dos que tienen algo en común, Fernando Quevedo y el jovencísimo Iván Romeo, que se estrenó con sensaciones amargas tras un pinchazo.

En diferentes épocas, pero con una peculiaridad que comparten, ser los dos únicos representantes de la marca Valladolid que han participado en el Tour de Francia. Corría el año 1992 cuando el pucelano Quevedo disputó la competición mayestática por excelencia en el mundo del ciclismo. Se hizo relativamente célebre en España a raíz de conseguir el “Farolillo rojo” (último puesto de la clasificación general) del Tour de Francia de 1992, ganado por el también español Miguel Induráin.

Ahora, su sucesor en lo que a disputar un Tour y ser vallisoletano se refiere es Iván Romeo. A sus 21 años y en su primera temporada como profesional, el pucelano ya acumula una victoria de etapa en la vuelta a la Comunidad Valenciana, otra en la mítica Critérium Dauphiné y llega a Francia siendo el flamante Campeón de España en ruta tras su magnífico ataque para dinamitar la carrera en Granada.

Romeo está en uno de los mejores equipos del panorama ciclista (Movistar Team) y tiene una cabeza muy bien amueblada para continuar creciendo a pasos agigantados encima de su bicicleta. A esto hay que sumarle sus condiciones, ya que es un ciclista enérgico, con mucha fuerza para lanzar ataques y al que se le intuye bastante velocidad en las contrarreloj. A su corta edad todavía no se sabe donde estará su techo, pero lo tiene todo para dar muchas alegrías a su ciudad natal y a su equipo, que también está volcado en que triunfe siendo ciclista de Movistar.

Ahora, debuta en el Tour con la ilusión de hacer las cosas bien y ayudar en el objetivo del equipo (el podio de Enric Mas). No obstante, también sueña con una victoria de etapa, aunque con los pies en el suelo. «Es mi primer Tour, mi primera grande; eso es lo más importante, intentar aprender. Como equipo, queremos estar todos con Enric para que acabe lo más arriba posible. Luego, seguro que surgirá alguna oportunidad de disputar una etapa».

Debut amargo

Iván Romeo recordará el sábado 5 de julio toda su vida, ya que es el día de su estreno en una competición de tanto nivel como el Tour de Francia. No obstante, el debut no fue el esperado, ya que el pucelano sufrió con los diferentes cortes que se produjeron en la carrera, que desencadenaron varios grupos: la cabeza de carrera, el pelotón y otros corredores más rezagados, entre los que se encuentra Romeo, ya que un pinchazo y el posterior cambio de bici disipó cualquier opción de pelear por estar arriba.

El ciclista de Movistar pasó por meta seis minutos y 31 segundos más tarde que los primeros en llegar, dejándose esta desventaja considerable con los que desde el primer día lideran este Tour (como por ejemplo su compañero Enric Mas). El objetivo del pucelano ni mucho menos es competir por estar arriba en la general, sino más bien realizar el papel de gregario ayudando a su compañero Enric Mas, que si que aguantó el tipo en este estreno.

Además, puede intentar alguna victoria de etapa, porque con tanta desventaja cualquier ataque suyo, a priori, no debería ser seguido por los que se disputan el maillot, salvo que sea un intento que ponga patas arriba la clasificación. El primer día no ha salido como se podía esperar después de sus recientes éxitos, pero en su primera competición grande irá creciendo y mejorando sensaciones con el paso de las etapas, aunque ese pinchazo truncó sus opciones.