BALONMANO / LIGA ASOBAL
El Recoletas Atlético Valladolid encuentra a su faro
. El equipo de Pisonero recupera el equilibrio coincidiendo con la eclosión de su central portugués Afonso Lima
Afonso Lima arma el brazo y lanza en el partido copero jugado el martes en Oviedo. / LOF
En el balonmano en Valladolid , por historia, por tradición y naturalmente por escuela, la que implementó en su día Juan Carlos Pastor durante años en el desaparecido BM Valladolid, hay una posición que prima por encima de las demás. Esa posición es la de central.
El central es sin lugar a dudas el principio del todo . Raúl González (hoy entrenador) fue el modelo cogiendo, mamando los detalles de un sistema de juego, cuanto menos diferencial del resto del balonmano tradicional. Tras él llegaron Chema Rodríguez (hoy entrenador), Miguel Velasco (hoy entrenador), Raúl Entrerríos y Óscar Perales . Todos directores de juego cortados por el mismo patrón que mostraron al mundo una forma diferente de jugar al balonmano abriendo una autopista hacia el pivote, la segunda posición en importancia que da continuidad a la exitosa y modélica escuela vallisoletana, convertida años después en referente y escaparate para muchos otros equipos.
De ese cáliz bebió David Pisonero como parte de esa conexión vital entre el central y el pivote (solo hay que recordar su fructífera sociedad con Raúl González) que sigue dando réditos al balonmano vallisoletano, hoy Recoletas Atlético Valladolid.
Tras unos años de ausencia el Recoletas parece haber encontrado a su faro para recuperar ese juego tan característico y de rendimiento exportado por la fábrica de Huerta del rey y sufrido un sinfín de rivales. El fichaje del portugués Afonso Lima y el despertar del joven Alejandro Pisonero, hijo del entrenador ya con la vitola de campeón del mundo júnior con España, recuperan esa magia para ‘el método’ que no podía transmitir como quería David Pisonero a sus jugadores en las últimas campañas.
Casualidad o no el Recoletas parece haber recuperado la alegría y el equilibrio en este arranque liguero en el que han brillado con luz propia tanto Alejandro Pisonero como Afonso Lima, determinantes en el devenir del equipo en cuanto no solo a resultados sino a forma de jugar. Observar a Lima (MVP de la última jornada de Liga, incluido en el 7 Ideal de la jornada como mejor central y autor del mejor gol de la jornada, de espectacular rosca), es retrotraerse al pasado, a ese pasado glorioso del BMValladolid donde jugar entre líneas significaba oro.