Estreno soñado para el Recoletas

Era importante comenzar matando. Y el Recoletas mató de inició sabedor de que el calendario, a partir de la tercera jornada, no solo será tremendamente exigente sino también una peligrosa trampa debido a la fortaleza de los rivales (Bidasoa, Barça, Torrelavega, Cuenca y Logroño) en una carretera que se irá empinando a las primeras de cambio.

Pero Huesca, otrora plaza donde atragantarse (solo dos triunfos en las seis últimas visitas), esta vez no fue esquiva para un Recoletas serio amparado en su gran trabajo defensivo.

 

Fruto de esa serenidad, el equipo de Pisonero mandó de principio a fin, rompiendo el partido en el primer tramo y desquiciando a su rival, impotente como reflejaba los dos tiempos muertos consumidos por Nolasco cuando apenas se habían consumido nueve minutos de juego. Ese orden de juego, a pesar de la intermitencia de un quizás acelerado Dimitrievski en la primera línea, sirvió para abrir las primeras restas del partido (2-6 y 4-9 en el minuto 15).

Y con el viento a favor, con el debutante Afonso Lima participativo y repartiendo juego, el Recoletas se vio muy cómodo ante un rival que apenas asustaba y casi encomendado a la inspiración de su central Miguel malo, a la postre su mejor jugador y máximo goleador del partido con 7 de 8 dianas.

Ese poso en defensa, con la colaboración de la portería activó el contragolpe de los vallisoletanos, una herramienta que puede dar mucho de sí esta campaña en primera y segunda oleada. Camino y D’Antino fueron dos punzones afilados para masacrar el balance defensivo de un BM Huesca siempre a rebufo en el marcador y que nunca consiguió acercarse en el marcador. 

Con el triunfo encaminado el Recoletas dio la puntilla a su rival a partir del minuto 5 de la segunda mitad cuando con un parcial de 1-6 pasó del 14-18 a un cómodo 15-24 rubricado en un 17-27 definitivo a poco más de 10 minutos para la conclusión con Freitas de protagonista. De nuevo la riqueza táctica del Recoletas en la zona de creación, con Lima, Freitas y Pisonero, otorga a Pisonero una carta ganadora.

Con el partido visto para sentencia, los minutos de la basura estrecharon el marcador hasta el definitivo 25-30 que otorga los dos primeros puntos a un Recoletas con la lección, sin duda, aprendida.