Terapia de choque para el Pucela

Las disensiones que existían en el vestuario sobre la forma de jugar del Real Valladolid eran grandes y este diario informó de ellas. Con Huesca y Alavés se tocó fondo y las dos reuniones posteriores al choque perpetrado en Mendizorroza, pura terapia de choque, han sido positivas.

La falla lleva camino de convertirse en grieta tras los últimos cuatro partidos y todos esperan que acabe por restañarse. Este nuevo y prometedor panorama invita a hablar claro del pasado. Plano dijo el martes que el equipo «trabaja ahora bien», lo que obviamente significa que antes (habría que definir desde cuándo) no lo hacía.

Ayer Mesa, el jugón por excelencia de la plantilla, habló en la misma frecuencia. Con educación, voz queda y respeto total al técnico, envió unas cargas de profundidad que para algunos pueden pasar desapercibidas pero que definen lo que él y muchos compañeros esperan del Real Valladolid hasta el final de la Liga. Fue parte de lo que salió en ambas reuniones.

«Llevamos un par de semanas haciendo las cosas bien  y hemos dado un paso adelante. El fin de semana tuvimos el premio de ganar y cuando pasa se ven las cosas de forma diferente. Ayuda a preparar la semana mucho mejor y a afrontar lo que queda con  muchas ganas y con garantías de que se pueden hacer las cosas bien. Estamos todos muy contentos y con ganas de seguir ganando para conseguir la salvación, que es el objetivo».

El canario, como el madrileño, ve una mutación en la plantilla. «Ha cambiado la mentalidad de todos. Nos hemos visto en una situación hace uno o dos meses en la que estábamos metidos en un bucle y todo era negativo. Nos quejábamos por todo. Parecía que se había acabado la Liga y ya habíamos descendido».

El mediocentro coloca el punto de inflexión. «A partir del partido del Huesca (quiso decir del Alavés), en el que las cosas no salieron bien, técnicos y jugadores nos sumamos a una piña, nos juntamos para sacar esto adelante sin reproches y sin nada. Los que estemos, tenemos que estar al cien por cien, jugando o no,  para sacar esto adelante. Se ha visto en los partidos siguientes. Hay que ir a muerte con esta idea en los que nos quedan por jugar y sacar los máximos puntos posibles».

Mesa explica por qué ha mejorado el equipo. Nunca habla de Sergio pero es evidente que han cambiado las pautas habituales del técnico. «Hemos adelantado la línea de presión, recuperamos la pelota más adelante y en esas transiciones hemos hecho más daño. Así es como han venido los goles y las ocasiones de gol. Es la línea a seguir hasta final de temporada y nos puede dar muchos puntos».

El Pucela de Sergio es un conjunto de esperar atrás y Mesa un jugador que necesita el contacto constante con el balón. Un matrimonio difícil de acoplar. El teldense respeta la idiosincrasia de la escuadra sin perder la suya. «Cada equipo tiene su forma de jugar. Es verdad que tengo unas características y me gusta el balón. Si el míster confía en mí, es porque quiere tener más la pelota. Aunque hay momentos del partido en que se puede jugar más, y en otros menos. Mientras esté en el campo intentaré tener el balón el máximo tiempo posible. No sé si por ahí pasa la permanencia, pero seguramente. Todos los jugadores sobre el campo debemos tener la personalidad de querer la pelota y jugar. Esto es Primera División. Ganar pasa mucho por tener el balón y ese es el camino».

Mesa reconoce que esta semana ha sido más fácil. «El ambiente siempre es diferente cuando ganas. Hay más confianza y es el premio al trabajo de la semana. El de la anterior fue un palo duro, un mazazo. Te ves con un partido que ya tienes ganado y en el último minuto del descuento te empatan. Ahora tenemos las ganas de seguir haciendo las cosas bien y la autoestima alta. Vamos a Pamplona a por los tres puntos».