Sin fichaje sorpresa

Ver la clasificación desde el último sótano asusta, y más cuando no hay costumbre de otear el panorama desde un lugar tan umbrío como desconocido. El Real Valladolid es colista tras cinco jornadas en una tabla que engaña, ya que la mitad de los equipos llevan uno o dos partidos menos, lo que pervierte en su contra la distancia con la zona de salvación.

Este nuevo escenario podía asustar en la Avenida del Mundial 82 y empujar a tomar medidas inmediatas de diferente índole, pero por ahora mandan la tranquilidad total y la fe plena en la nave y en quienes la dirigen. La confianza en Sergio es absoluta y se cataloga este comienzo de Liga como un accidente del que se puede salir sin magulladuras, afinando las capacidades de la plantilla y el estilo de juego. 

Sergio se ha ganado el suficiente crédito como para que su futuro no dependa de cinco partidos que han registrado ausencias notables entre lesionados y fichajes recién aterrizados, además de un juego bastante por encima de los resultados obtenidos, algunos producto de errores individuales.

El Real Valladolid tampoco se va a mover hasta enero respecto a su plantilla. El equipo cuenta con 25 fichas, pero la resta una para alcanzar el máximo permitido por LaLiga, ya que la de Jota es del filial. El mercado ya ha cerrado, pero se podría fichar a un agente libre: un futbolista que se haya desvinculado de su último club antes de la medianoche del 5 de octubre. En ese caso están puntas como Pato, Mandzukic o Niasse.

Sin embargo el club no va a dar ese paso. Confía en los jugadores  en plantilla y los posibles refuerzos del filial, aunque haya dinero para más fichajes. La opción de Budimir se rompió pero esa cantidad está disponible.