El futuro en sus manos

El Carramimbre Ciudad de Valladolid se juega el futuro conMelilla en una ruleta rusa en la que sólo puede quedar uno. Sin embargo, el equipo que dirige el milenario PacoGarcía cuenta con una bala más en su recámara y, es que, los vallisoletanos buscan llamar hoy (19.00 horas) a la puerta de laFinalFour con la baza de contar con dos oportunidades para colarse en el esperado ‘Juego de tronos’ que albergará Bilbao.

El equipo carmesí no quiere perder su comodín e hipotecar su futuro a la carta del feudo de Melilla. Por ello quiere y debe repetir la sinfonía perfecta que sonó el pasado jueves enPisuerga.Allí, los vallisoletanos volvieron a lucir su coraje para borrar de la pista a un equipo moldeado para el ascenso.

La resurrección de Sergio de la Fuente en el mejor momento de la temporada puede volver a ser crucial en el cuarto partido de la serie. Para ello, elCarramimbre debe hilar fino y volver a hacer de la defensa el mejor ataque. El trabajo defensivo planteado por la tablilla de PacoGarcía fue una de las vigas maestras de un equipo que tiene en la ilusión su mejor gasolina. Los vallisoletanos han sabido responder ante las adversidades y plantarse a un tres casillas de la ACB.

Hacer fácil lo difícil (como hizo elCarramimbre en el tercer partido de la serie) no es sinónimo de que lo sea. El equipo vallisoletano sabe que delante se presenta un rival que ha sido diseñado a golpe de talonario para afrontar con todas las garantías que puede dar una lotería como el deporte un momento como este. Para ello, el equipo de Alejando Alcoba se hizo con los servicios de Stojan Gjuroski tras la baja de Zyle. El macedonio, sin embargo, aún no ha dado lo que se espera de él y en el cruce contra el Carramimbre ha tenido más luces que sombras con -12, 4 y -7 puntos de valoración en los tres partidos que se llevan disputados por el momento.

El balcánico no es, sin embargo, la única bala que tiene el Decano de la categoría, que cuenta con hombres como Urtasun, Dos Anjos, Franch o Agada. En su contra juega la presión de saber que no queda otra opción que la victoria si no quieren coger las vacaciones antes de tiempo. La tensión, un arma de doble filo, se verá acrecentada por el aspecto que presentará Pisuerga. El club, que estuvo arropado por 4.000 aficionados el jueves, invita a mejorar esa cifra en una tarde en la que el deporte local se concentra con los ojos puestos en la canasta.