El ojo clínico de Mínguez
Tras el oro de Valverde en Innsbruck, España ha logrado cinco medallas en los seis mundiales que lleva el vallisoletano como responsable de la selección / Los ciclistas quieren que siga
Javier Mínguez y Alejandro Valverde, ayer, en el avión que les trasladó a España.-E. M.
La medalla de oro conseguida el domingo por Alejandro Valverde en la prueba en ruta del Mundial de ciclismo disputada en Innsbruck (Austria) tiene protagonismo en Valladolid. El éxito principal corresponde al corredor murciano pero buena parte se debe también a dos valisoletanos, el seleccionador, Javier Mínguez, y el presidente de la Federación Española de Ciclismo, José Luis López Cerrón, que apostó por él tras ser elegido en diciembre de 2012.
Una selección con Alejandro Valverde al frente cuenta con muchas posibilidades de subir al podio. Así lo veían los adversarios tras conocer el recorrido de la prueba en ruta. A la calidad del jefe de filas del Movistar le añadían la experiencia y el buen ojo clínico del vallisoletano Javier Mínguez, conocedor como pocos de las características de los ciclistas que podían apartar a los españoles del podio.
Mínguez debutó con la selección en el Mundial de Florencia (2013). El estreno resultó un éxito ya que Joaquim ‘Purito’ Rodríguez y Alejandro Valverde se colgaron las medallas de plata y bronce respectivamente pero la sensación fue agridulce porque el triunfo parecía estar al alcance de Purito y la falta de entendimiento en el desenlace de la carrera propició que fuera otro ciclista, el portugués Rui Costa, quien entrase primero en la meta.
Tras pisar de nuevo suelo español, el seleccionador indicó ayer a este diario que no tenía ninguna espina clavada por lo ocurrido en el Mundial de Florencia. «Fue diferente. Allí nos birlaron la cartera. Los ciclistas son como los toreros, tienen que matar a la primera. Valverde tenía el domingo una bala y debía acertar. En el ciclismo hay que salir de pobres para ser millonarios. Valverde se merece este triunfo, tenía que ganar sí o sí».
Mínguez otorga el protagonismo al flamante campeón del mundo pero conviene recordar que él acaba de cumplir su sexta temporada al frente del equipo nacional y la medalla de Valverde es la quinta que consigue España desde la llegada del director deportivo. El propio Valverde fue tercero en Florencia (2013) y en Ponferrada (2014), Purito se colgó la plata en Florencia y Jonathan Castroviejo fue tercero en la contrarreloj de Doha (2016).
La FEC recibió muchas críticas tras elegir López Cerrón a Mínguez al frente de la selección. «Dolores de cabeza los he tenido todos. Te fastidia cuando te tocan las trancas. Antes de afrontar el Mundial hablé con los corredores. Les dije que primero hablaba yo y luego que me preguntasen. Si nos ganan porque son mejores, les damos la enhorabuena, pero si es por un fallo nuestro me cabreo de otra forma. Valverde se calienta la cabeza corriendo pero al finalizar la prueba me dio un abrazo».
Mínguez agradece las felicitaciones de los ciclistas, federativos y otras muchas personas que le consideran fundamental en los éxitos de la selección pero tiene presentes otros momentos no tan gratos cuando las críticas arreciaban. «En la fiesta de celebración del domingo, López Cerrón preguntó a los corredores si querían que yo siguiese y dijeron que sí pero tengo una relación laboral, acabo contrato y lo que dicen los ciclistas se produce durante una fiesta».
El contrato del seleccionador finaliza este año pero su continuidad está cantada por una razón fundamental, su pasión por el ciclismo. «Es mi vida, lo llevo en las venas, pero hay que separar el grano de la paja. Mi relación con López Cerrón nunca ha sido difícil desde que nos conocemos, ha sido pacífica y serena. Él llegó a la presidencia en un momento difícil de la Federación y yo estuve dos años en blanco, sin cobrar. Lo que quiero es que se tenga un reconocimiento», concluye el seleccionador nacional.
