Indignados con los arbitrajes

El Real Valladolid parece tener miedo a manifestar su queja de forma oficial por los arbitrajes sufridos en los últimos tiempos, por miedo a las represalias, aunque en privado la indignación es total.

Al gol anulado de forma inconcebible a Toni Martínez ante el Lugo, un limpio salto con remate de cabeza que hubiese propiciado la victoria, se unen dos acciones del choque ante el Sporting.

La primera, el evidente aunque difícilmente perceptible fuera de juego de Nano Mesa, en el único gol del partido. La segunda, clamorosa, el descarado penalti de Barba. El italiano, con el brazo separado del cuerpo, ve cómo el balón impacta en la extremidad y desvía su trayectoria. El propio central vuelve la cabeza y tuerce el gesto, consciente de un muy grave error que no le pasó factura. En ambas jugadas estaba muy cerca la asistente Porras Ayuso, que no vio nada ilegal.

Toni Martínez, víctima en los dos puntos perdidos en Lugo, analiza ambas acciones y desvela el sentimiento del equipo sobre los arbitrajes. «Al final, cuestiones fuera de nuestro alcance, de lo que podemos hacer, nos afectaron una vez más para no sumar al menos un punto», dijo durante su rueda de prensa. No hubo que escarbar mucho para saber el origen de esas cuestiones.

«El penalti es una acción clarísima. El árbitro y su línea estaban bastante cerca. En el club, después de ver las imágenes, todos pensamos que fue penalti. La profesión de árbitro es muy difícil, pero por desgracia para nosotros, es la tercera ocasión [la otra, ante el Rayo] en muy poco tiempo en que se equivocan en nuestra contra. Esperemos que esto cambie, por la importancia de los siete partidos que quedan. Podíamos haber sumado 4 puntos».

Toni Martínez reconoce la dificultad de ver lo ocurrido con el gol del Sporting en fuera de juego. «Lo hemos comentado esta mañana. Otra más, aunque es una jugada muy difícil de pitar, porque en ningún momento pensamos que lo fuese».