Guiño a los rodadores

La XXXIII Vuelta a Castilla y León lanza un guiño a los rodadores. El Club Ciclista Cadalsa elimina este año las grandes dificultades de montaña y apuesta por recorridos que a priori favorecen a los rodadores y a los sprinters. La ronda regional se celebrará del 20 al 22 de abil con un trazado que discurrirá por Salamanca, Valladolid, Palencia, Segovia y Ávila en homenaje al Año Jubilar Teresiano. El recorrido estuvo vinculado en años anteriores a eventos culturales y de patrimonio de la Comunidad y en 2018 rendirá homenaje a la vida y obra de Santa Teresa de Jesús.

La habitual etapa reina que solía resultar decisiva, o al menos muy importante, en el desenlace de la prueba da paso este año a un recorrido más suave, lo que puede otorgar mayor protagonismo a los ciclistas que sobresalen en el llano. La primera etapa discurrirá el viernes 20 entre Alba de Tormes y Salamanca con 182,4 kilómetros, la segunda comenzará en Valladolid y finalizará en Palencia después de 178,3 kilómetros y la tercera (domingo 22) tendrá la salida en Segovia y la meta en Ávila (165,6 kilómetros). Dos pasos por el puerto de Navalmoral y otro por el alto de los Aguilones serán las mayores dificultades para los corredores. Es a priori la más exigente, aunque la orografía favorecerá más a los especialistas en etapas llanas.

Los organizadores congregarán en las carreteras de Castilla y León a 18 equipos, entre los que estarán los españoles Movistar Team, Caja Rural Seguros RGA, Euskadi Basque Country-Murias, Burgos BH y Team Euskadi. Hasta unos días antes del comienzo de la ronda no se conocerán los listados definitivos de estas formaciones.

El director general del Club Ciclista Cadalsa, Lale Cubino, señaló ayer que la Vuelta de este año es «un poco diferente». «No queremos encasillarnos. Las etapas de este año se asemejan a las Clásicas. Es un homenaje a pruebas como la Lieja-Bastogne-Lieja y la París-Roubaix. Serán activas y movidas y el viento resultará fundamental».

El vallisoletano José Luis López Cerrón, presidente de la Federación Española de Ciclismo y uno de los responsables de la Vuelta a Castilla y León antes de ocupar el cargo federativo que ahora desempeña, destacó ayer el prestigio de la ronda. «Está consolidada en el calendario nacional e internacional. La tengo un cariño especial porque discurre por mi tierra. Las fechas actuales no son las mejores, se trastocaron en su momento por los cambios de fechas de la UCI».

El seleccionador nacional, Javier Mínguez, indicó que a pesar del recorrido menos exigente en la alta montaña los corredores tendrán que esforzarse en la última etapa. «Los últimos kilómetros pueden resultar muy duros. Los corredores tienen que pasar dos veces por Navalmoral, un puerto por donde ha transcurrido la Vuelta a España y que te corta la carrera. Dudo que esta etapa la gane un sprinter, es más apropiada para un rodador fuerte». En la presentación de la Vuelta estuvieron exciclistas como el abulense Julio Jiménez y el vallisoletano Juan Carlos Domínguez.

Un año más, la Junta de Castilla y León es el principal patrocinador con una aportación de 225.000 euros de los 305.000 del presupuesto. «Es el evento que vertebra la Comunidad como ninguno», indicó el director general de Deportes del Gobierno regional, Alfonso Lahuerta.