«En peores me he visto»

El mensaje de Jagoba Arrasate restalló en la sala de prensa como un latigazo en los riñones. «En el descanso confiaba en remontar. Sabíamos que el Valladolid tiene la virtud de atacar muy bien pero también le cuesta cerrarse. Contra otro tipo de equipos, si te pones 2-0 no tienes nada que hacer; con el Valladolid, te puede golear 4-0 pero también puedes meterte en el partido». Esa imagen que observa el entrenador vasco es común en la categoría.

¿Y Luis César? Educado, como siempre, tiró de manual de autoayuda para indicar que todo lo que dijese en un día como ayer sonaba a excusa. «En una situación así, haga lo que haga o diga lo que diga, siempre estará mal dicho y bajo sospecha. Era difícil pensar en el descanso que esto iba a suceder. Su primer gol los mete en el partido. Poco después nos quedamos con uno menos y luego estuvimos mal en dos saques de esquina. No creo que hayamos hecho un partido para perder, pero perdimos. Es una derrota dura, que duele».

El míster reconoce pasar junto a su equipo por zona de alarma. «Estamos dañados, dolidos y tristes. En la Liga siempre hay momentos críticos y no hay un equipo que escape de eso. Pero tenemos que salir de ahí lo antes posible. Hay tiempo para todo pero esta segunda parte no es el camino. Y no voy a poner ningún paño caliente por quedarnos con diez».

El míster pucelano explica por qué no pudo parar la remontada numantina, que suena a oxímoron. «Nos hicieron el 1-0, nos quedamos con uno menos, nos entró miedo, quisimos defender y contragolpear, y a través de dos saques de esquina nos ganaron. No fue porque nos presionasen arriba. Pero los que ganan siempre tienen la razón».

Luis César tardó décimas de segundo en responder a la pregunta sobre si el Real Valladolid se está empezando a caer. «No. Insisto en que todo lo que diga estará mal dicho, porque parecerá que me estoy justificando y estoy bajo sospecha, pero en peores me he visto. No pienso que esto sea una ruina y no vayamos ya a ningún lado. Hay tiempo para todo».

El míster no quiso analizar errores individuales. «Se equivocan los que juegan. No voy a entrar en detalles ni personalizar. No es lo adecuado». Y descarta que haya habido relajación tras el descanso. «No ha existido. Éramos los primeros interesados en ganar. La frase que más se oía en el vestuario era ‘estamos 0-0’. No lo veíamos seguro».