Cortocircuito en la segunda mitad

Sin sabor en el paladar. Así se quedaron los jugadores del Real Valladolid después de empatar ante el Lugo. Lo hicieron mostrando dos caras. Una, la del equipo capaz de luchar por subirse al ascensor de la promoción y, otra, la de un equipo errante paseando en tierra de nadie.

Raúl de Tomás . El gol de ariete sirvió para evitar males mayores. Su séptimo tanto firmó un empate que supo a poco. «Hemos estado cansados por ellos, porque tenían la pelota y corríamos sin sentido. Aunque subiéramos a presionarles no les importaba jugar con el portero; nos han hecho correr y lo hemos pagado. La segunda parte no ha sido buena y no hay que buscar más», analiza.

«Creo que hemos estado mejor que ellos en la primera parte, en la segunda no, pero de la primera nos podemos ir satisfechos», entiende el delantero

Por otro lado, De Tomás admite lo difícil que supuso para el equipo dirigido por Paco Herrera enfrentarse a la permisibilidad del colegiado ante las reincidentes faltas gallegas: «Si no saca tarjeta el árbitro nunca para ellos es fácil, porque cada vez que van a presionar haces una falta y listo», lamenta.

Joan Jordán . El centrocampista catalán desmigó también la metamorfosis que sufrió el Real Valladolid: «Está claro que la primera parte el equipo ha salido bien y no han estado cómodos. Hemos creado ocasiones y hemos sido superiores en la primera parte. Creo que ha habido un mundo de la primera parte a la segunda», confiesa.

Jordán apunta a los reajustes tácticos realizados de cara al segundo periodo como el punto de inflexión que convirtió alReal Valladolid en un equipo vulnerable ante el Lugo: «La única posición que nos podía generar dudas eran sus laterales. Lo hemos intentado corregir en la segunda parte y no hemos estado cómodos», explica.

«Me voy dolido con la segunda parte», admite Jordán, que añade «jugábamos en casa y era un día muy importante para dar el pasito que necesita el equipo», lamenta. Sin embargo, perder dos puntos en el camino no desvía la atención de la meta del playoff: «Quedan 15 jornadas. Sabemos que el equipo en fases juega muy bien al fútbol y en fases todo lo contrario. Tiene que encontrar esa regularidad ya».

Sergio Marcos . El medio manchego fue el que se llevó una visión más optimista del césped de Zorrilla: «Ha sido un partido que era clave para nosotros al ser un rival directo, pero un empate tampoco es nada malo. Hay que seguir peleando», anima.

Sergio Marcos otorga también méritos al Lugo en el bajón que evidenció el Real Valladolid en el segundo acto: «Ellos también ha hecho méritos para que estuviéramos más imprecisos y no encontráramos el juego. También creo que se ha visto un poco de cansancio, pero al final el equipo ha estado correcto», concluye.