FÚTBOL
El equipo más odiado de Alemania desafía el reino del Bayern
El Leipzig se consolida como la sorpresa de la temporada en la Bundesliga tras colocarse como líder en solitario de la competición. El club despierta fuertes recelos en el país al ser propiedad de la empresa Red Bull y estar involucrado en varias polémicas
El Leipzig juega este viernes en Friburgo en medio de más expectación de la acostumbrada. Nunca un novato había causado tanto furor ni había despertado tanto odio en Alemania. Con solo tres meses en la mayor competición futbolística del país, el Leipzigse ha convertido en el invitado inesperado de esta temporada en la Bundesliga. Con la victoria de la pasada jornada frente a un Bayern Leverkusen en horas bajas por 2-3 y la derrota del Bayern de Múnich en casa del Borussia Dortmund, el único club situado en territorio de la antigua Alemania soviética ha dado un golpe sobre la mesa y manda en la competición. El liderato en solitario ha puesto en boca de todos al Leipzig pero hace tiempo que sus polémicas ocupan páginas en la prensa alemana. ¿Qué le ha convertido en el equipo más odiado del país?
El fútbol de los petrodólares no es una novedad. Tampoco lo es que de la noche a la mañana equipos tradicionalmente de segunda fila se propulsen a la cima futbolística gracias a las inversiones millonarias de grandes marcas o de jeques aburridos. A pesar de que el Leipzig fue el primer equipo en coronarse campeón de la Liga alemana en 1903 y que fue sede de la Federación Alemana de Fútbol, su llegada a la Bundesliga ha sido vista con muchos recelos. Su pertenencia al grupo empresarial Red Bull ha disgustado a muchos aficionados que han visto en el equipo revelación de la temporada a un ejemplo de la mercantilización del deporte.
EL 51% DE LA PROPIEDAD
En el 2009, Red Bull compró la licencia del Markranstädt, un desconocido club de quinta división, y la reconvirtió a base de talonario y visión futbolística en su extensión corporativa sobre el césped. Vestidos con los colores de la marca, se estableció en Leipzig, fichó primero a jugadores profesionales para las ligas inferiores y luego a jóvenes promesas de otros clubs. La cultura tradicional del fútbol alemán establece que el club debe ser propiedad de los socios y no de intereses multinacionales. La propia legislación impide que un único inversor pueda hacerse con más del 49% de las acciones de un club pero, como ya hicieron el Bayern Leverkusen, el Hoffenheim y el Wolfsburgo, Red Bull recurrió a argucias legales para descafeinar la aplicación de la Ley 50+1 y asegurar de facto su control sobre el Leipzig.
En poco más de seis años han conseguido pasar de la nada a ser la revelación de la Bundesliga pero su camino ha dejado un rastro manchado. El club ha sido criticado y amenazado dentro y fuera del campo por unos aficionados que temen que la respetada tradición alemana se evapore ante la inversión de grandes fortunas. "No ha habido un crecimiento histórico, solo fútbol para patrocinar una bebida", criticó recientemente Hans-Joachim Watzke, presidente del Dortmund. Los fans de Lokomotive Leipzig, club histórico de la ciudad, boicotearon sus primeros partidos, varios rivales se han negado a participar en amistosos e incluso en un encuentro de Copa de este agosto los hinchas rivales lanzaron cabezas de toro al terreno de juego para intimidar a los del 'toro rosso'.
¿AMENAZA PARA EL BAYERN?
Más allá de los recelos que pueda despertar, la irrupción del Leipzig en la primera división alemana demuestra que esta temporada la hegemonía bávara parece estar más que cuestionada. Con 11 partidos jugados, la Bundesliga se encuentra especialmente más reñida que en los últimos años, en los que el Múnich y el Dortmund se han acostumbrado a competir en el podio de la clasificación pasando el rodillo ante los otros rivales.
Así, detrás de un Leipzig con 28 puntos y del Bayern de Ancelotticon 24, hasta cinco equipos ocupan el tercer puesto empatados a 21 puntos. El Colonia, el Hoffenheim (propiedad del magnate de software Dietmar Hopp), el Hertha de Berlín, el Frankfurt y el eterno Dortmund pueden ser a medio y quizás largo plazo otra amenaza para el reinado bávaro. “Esto es bueno para la liga. Hay muchos equipos que lo están haciendo bien”, aseguró el entrenador del Leipzig, Ralph Hasenhüttl, tras su última victoria.
El acierto de una delantera tan joven como eficaz está siendo clave para un fulgurante inicio de temporada en el que, con 11 partidos imbatidos, ha superado el récord de un novato en la liga que registró el Duisburgo en 1993. Su arrollador cuarteto ofensivo está formado por el sueco Emil Forseberg y el alemán de 20 años Timo Werner, ambos con cinco tantos, el austriaco Marcer Sabitzer, con otros tres goles, y el danés Yussuf Poulsen, con uno. Bajo la batuta del también austriaco Hasenhüttl, el Leipzig se ha convertido en la sorpresa de la Bundesliga ofreciendo un juego "racional, despreocupado y ofensivo" que ha sido alabado por grandes estrellas del fútbol alemán como el antiguo capitán de la selección Michael Ballack.
UN LEICESTER A LA ALEMANA
El hasta hace poco modesto club no gana un campeonato alemán desde que en 1913 se impuso por 3-1 al Duisburgo en una final celebrada en Múnich, un escenario que más de 100 años después podría resultar profético. A pesar de que la Liga es larga y que la hegemonía de los de Ancelotti no tiembla desde hace años, los resultados y el juego del Leipzig podrían convertirlo en el Leicester City alemán. El pulso con el Bayern será complicado pero muchos ya no ven descabellado que, en tan solo tres meses, el proyecto de Red Bull se haya convertido en candidato al título.