Real Valladolid
Cambio de rumbo
El Real Valladolid rompe dos rachas adversas con su nuevo esquema de juego / Dos meses después, encadena dos victorias consecutivas / Vuelve a ganar a domicilio tras nueve jornadas
Los jugadores del Valladolid celebran uno de los siete goles que le metieron al filial del Barcelona-J. M. LOSTAU
Una temporada tan larga como la que se disputa en Segunda División ofrece multitud de altibajos en todos los equipos. Rachas de buenos resultados, de varias jornadas sin ganar e incluso sin marcar. El Valladolid sufrió las consecuencias de un noviembre gris. Lo comenzó ganando al Girona en Zorrilla pero lo terminó con un balance penoso. El liderato sólo le duró una jornada. Dos empates consecutivos en Miranda y en Sabadell y dos derrotas posteriores ante Las Palmas, en casa, y Leganés le recordaron que esta Liga puede resultar eterna.
La recuperación comenzó a vislumbrarse en diciembre, cuando llegaban los primeros síntomas de preocupación al vestuario. Había que afrontar también dos partidos de Copa y acuciaba la sequía goleadora. El Valladolid se despidió del torneo del K.O., aunque lo hizo con la cabeza muy alta. Fue superior al Elche en los dos partidos, sobre todo en la segunda parte del Martínez Valero, donde creó hasta seis ocasiones claras, pero fue incapaz de marcar en los 180 minutos de la eliminatoria.
El 7-0 que le endosó al Barça B cambió el panorama, no sólo por la goleada, sino también por la mejoría del equipo con el nuevo esquema de Rubi. El 4-3-3 se repitió frente al Zaragzoa en La Romareda y el Valladolid volvió a mandar con total autoridad en el césped y en el marcador (0-2).
Este cambio de rumbo le sirve al Valladolid para romper dos rachas adversas. Las estadísticas están muy presentes en las competiciones deportivas y los jugadores y los entrenadores son los que se quejan ante los artículos y comentarios periodísticos cuando hacen referencia a los malos resultados. Ahora se ha hecho la luz en Zorrilla. El Valladolid logra dos victorias consecutivas después de dos meses (lo hizo por última vez al derrotar a Albacete y Girona el 26 de octubre y el 2 de noviembre) y vuelve a ganar a domicilio nueve jornadas después ya que fue precisamente en la capital manchega donde se había impuesto por última vez en ese partido loco en el que comenzó perdiendo, se puso 1-4 y acabó pidiendo la hora con 3-4 en el marcador.
El nuevo plan de Rubi ha traído consigo la recuperación de dos jugadores determinantes, Óscar y Rubio. Ambos tienen ahora un protagonismo destacado en el juego del equipo, sin necesidad de retrasar de continuo sus puestos cuando ataca el rival. El mediapunta ha marcado cuatro goles en los dos últimos partidos y se ha convertido en el máximo realizador del equipo, mientras que el centrocampista actúa ahora con más proyección ofensiva al estar ubicado André Leao por delante de los centrales. El Valladolid manda más, sigue creando ocasiones y ha mejorado de forma notable en efectividad.