Puerta abierta a las medallas

Tras las dudas que pudo generar en la jornada inaugural ante un combinado de menor calado como era el de Extremadura, la generación de oro de Castilla y León presentó su candidatura al trono, esta vez de categoría cadete, tras una demostración de pundonor y cabeza fría (al menos en mayor cuantía que su adversario) en los momentos de la verdad. Castilla y León supo aceptar el reto de medirse sin complejos al que para muchos es el gran favorito al título, Canarias, para dar un golpe sobre la mesa de cara a unas hipotéticas semifinales.

Y es que el conjunto dirigido por el burgalés Cubillos y el vallisoletano Juárez, salió airoso del hasta ahora partido del campeonato. Un duelo eléctrico que contó con todos los ingredientes posibles para un gran espectáculo: un gran ambiente que quedó pequeño el polideportivo Miriam Blasco pese a la tempranera franja horaria, emoción, dosis de calidad y buen baloncesto, actuaciones individuales determinantes como las protagonizadas por la burgalesa de Siglo XXI, Sofía Galerón y la base leonesa Paula López, e incluso polémica arbitral con una falta postrera a favor del conjunto anfitrión muy criticada por el conjunto canario.

Castilla y León, con su sufrido triunfo (54-53) después de un tiro libre a cargo de Paula López que deshizo el empate forzado con un triple por las canarias, abre de par en par a falta del duelo de hoy ante Galicia la puerta hacia las semifinales y por ende hacia las medallas.

Con una rotación mucho más corta con respecto al doble envite inaugural, Castilla y León era consciente de que el control del rebote iba a ser fundamental como así fue. La presencia en la ‘pintura’ de Sofía Galerón y Selbe Touré resultó determinante para mandar siempre en el marcador y hacer frente al poderío canario representado por Rodríguez, Junio y Sáez, una tripleta intimidatoria capaz de capturar 36 rechaces de los 52 logrados. Al final con apuros, sangre fría e incertidumbre, Castilla y León supo hacerse con un triunfo vital adornado desde la lñinea de tiros libres con una falta posiblemente inexistente y un más que oportuno rebote en ataque.