David del Bosque desplaza en Valladolid su abstracción hacia una nueva esencia
El artista vallisoletano toma la Sala O del Museo Patio Herreriano con un trabajo que se despoja de lo superfluo y juega con la escala y la perspectiva

David del Bosque, hoy, en el Herreriano
Seleccionado en 2022, en la última convocatoria de la Fundación Municipal de Cultura para artistas plásticos de Valladolid celebrada hasta la fecha, David del Bosque (1976) muestra desde ayer, al fin, su trabajo en la Sala 0 del Museo Patio Herreriano, desplegando su abstracción geométrica sobre las paredes y suelo del espacio, buscando un nuevo camino por el que hacer avanzar su universo. Lo hace con Superposiciones y desplazamientos.
«Quería que fuese punto de partida, que fuera representativa», reconoció durante la inauguración Del Bosque, que en abril de 2024 presentaba en la Galería Javier Silva la muestra De tramas... Una notable distancia separa aquella propuesta de esta, que, manteniendo muchos de los elementos reconocibles en la trayectoria del creador, ofrece nuevas rutas para la exploración.

David del Bosque, hoy, en el Herreriano
Y lo hace, admite, despojándose de lo superfluo, buscando un lenguaje esencial que, en algún aspecto, conecta con sus orígenes.
«Me he desvinculado de las tramas», subrayó Del Bosque, que mantiene el juego formal entre el círculo y los cuadriláteros, el encuentro entre la curva y la arista, el uso de los colores planos –en una piezas realizadas en acero inoxidable, con pintura al polvo horneada–, la búsqueda de una cierta profundidad o tercera dimensión.
Al entrar en la Sala 0, una gran figura trapezoidal, un plano dorado –un color que remite a series suyas de comienzos de siglo, en las que pintaba geometrías perfectas en oro o plata sobre superficies planas de acero inoxidable o sobre papel–, atrae la mirada del espectador, como un gran astro que, por su diferencia de volumen, atrajera hacia sí al resto de cuerpos que le rodean. Y es que Del Bosque, que otorga a su obra una naturaleza entre lo pictórico y lo escultórico, añade en Superposiciones y desplazamientos un elemento que no tenían sus series anteriores: el juego con la perspectiva, con los puntos de fuga de unas figuras monocromas que, si no entran en contacto, aisladas entre sí por el vacío de la pared, funcionan como un conjunto.

Algunas obras de la muestra.
«El muro es algo físico que sostiene la obra, pero cuando el espectador consigue entenderla es como si desapareciera, como si las piezas flotaran en el espacio», advirtió Del Bosque, que persigue crear «un movimiento», la sensación de «desplazamiento», trabajando con la convergencia de las líneas, con las diferentes escalas de las piezas, con las sombras que estas proyectan al quedar fijadas a unos centímetros de la pared.
El director del Museo Patio Herreriano alabó la «brillantez» con la que el artista vallisoletano ha ejecutado Superposiciones y desplazamientos, adaptándola «a las condiciones especiales de la sala». Hontoria aseguró que la Sala 0 seguirá acogiendo a diferentes artistas vallisoletanos, consagrados o con una carrera aún por desarrollar. Patricia Sandonis –la última seleccionada en la citada convocatoria– y Luis Cruz Hernández serán los siguientes en comparecer.