La agricultura y la energía reducen el crecimiento económico hasta el 2%

El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León creció durante el tercer trimestre de 2019 un 2% respecto al mismo periodo del año pasado. Esto supone una pérdida de cuatro décimas frente a los datos del segundo trimestre, cuando el PIB creció el 2,4%. La Comunidad sufre una «evidente desaceleración» y da muestras de que «se ha deteriorado», -en el mismo periodo de 2018 se cerró con un aumento del 3%- aunque la economía se encuentra en una fase de crecimiento y de creación de empleo, afirmó Carlos Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda.

Los datos del Contabilidad Regional Trimestral, expuestos ayer por Carriedo, muestran que la economía de la región está en una fase de ralentización debido a la influencia negativa de la agricultura y de la producción energética. De cara al final de 2019, el dato podría ser «algo inferior» a ese 2%, dada la tendencia de los últimos trimestres de año.

La sequía supuso en ambos sectores un gran perjuicio para su Valor Añadido Bruto (VAB); ha castigado al campo y hace que sea inalcanzable los datos de la cosecha del año anterior, que fue «ciertamente positiva» al crecer un 11,7%, expuso el consejero. El sector primario está lejos de esos datos, pese al incremento del sector ganadero, y cae un 4%, medio punto menos que el segundo trimestre.

El sector secundario, el industrial, obtuvo «cierto repunte», pasando a positivo, con un crecimiento del 0,8%, frente a la caída del 0,3% entre los meses de abril a junio; pese a que la producción eléctrica siga en caída -disminuye el 19,8% el último trimestre- y encadene cuatro periodos de bajada, la producción industrial coge fuerza pasando del 1,6% al 2,9% del tercer trimestre, donde se observaron un mejor comportamiento en las ramas manufactureras alimenticias y de material de transporte.

Carriedo indicó que la caída de las ramas eléctricas se debe al impacto por el fin de la minería del carbón y el efecto derivado de ello y al bajo nivel de lluvias de todo el año.

La construcción también sufre los efectos de la desaceleración y se deja cuatro décimas frente al trimestre anterior, pasando del 3,1% al 2,7% del tercer periodo. Esto se debe, según explicó el consejero de Economía y Hacienda, a un menor dinamismo en el sector tanto de edificación como de ingeniería civil. Respecto al mismo periodo de 2018, la construcción pierde dos décimas de crecimiento, pasando de una subida del 2,9% al 2,7% de este ejercicio.

De la misma forma, el sector servicios -el que más peso tiene en el PIB, con el 70,3% y más emplea,con 747.504 puestos de trabajo a tiempo completo- pasa del 3,5% el anterior trimestre al 2,5% actual. Interanualmente, el tercer sector pierde medio punto de crecimiento respecto al tercer trimestre de 2018, que registró una subida del 3,5%.

Los datos del PIB según la visión de la demanda revelan que en el tercer trimestre de 2019 se registra una menor aportación de la demanda interna al crecimiento respecto del anterior periodo, que pasa del 3 % de subida al 1,8%. El sector exterior pasa a ser positivo, del -0,7% al 0,2%, en este trimestre debido al leve auge de las exportaciones totales -pasa del -1,1% al 0,1% actual- y la contracción de las importaciones totales que pasan del -0,4% al -0,1% actual.

La formación bruta de capital, la inversión, registró una caída «muy acusada» que baja su crecimiento hasta el 1,3%, frente al 3,6% del anterior trimestre. Carriedo desveló que este ‘frenazo’ se debe a la caída de la inversión en construcción que pasa del 4,1% al 0,3% ya que la incertidumbre lleva a los compradores a posponer la compra de vivienda.

El empleo a tiempo completo registra una subida interanual del 1,5%. Destaca el incremento del sector primario, que pasa del 6,0% al 7,5%, y los servicios, -pasa del 1,9% al 3%. En industria se reduce la bajada respecto al anterior trimestre, el -5,7% de este periodo frente al -6,5% anterior. La construcción registra el peor dato y pasa del -1,1% en el segundo trimestre a un -2,8% en el tercero.