UPA pide que la Fiscalía actúe de oficio ante la “inacción” de la Junta contra la plaga de topillos y los casos de tularemia

UPA Castilla y León pidió hoy la Fiscalía que actúa de oficio ante la “inacción” que, a su juicio, está demostrando la Junta de Castilla y León a la hora de atajar la superpoblación de topillos, en la provincia de Palencia, “que podría ser la causa de que sigan apareciendo incidencias de tularemia en humanos”, dijo. A su vez recordó que, actualmente, son ya trece los casos detectados de esta enfermedad entre agricultores y ganaderos.

“Nuestra organización lamenta la falta de actuaciones por parte de Gobierno autonómico a pesar de que desde hace semanas llevamos denunciando que son demasiados los casos de tularemia, provocada seguramente por la plaga de topillos que se están detectando y cuyo origen ha sido Tierra de Campos, como ocurrió en el año 2007”, criticó.

En ese sentido, añadió que, días atrás, reclamó al Gobierno regional que actuara sin demora y coordinara a través de las Consejerías de Agricultura y Sanidad un protocolo de actuación para prevenir más casos de esta enfermedad que se transmite por vía respiratoria y por contacto. “A día de hoy, nada se ha hecho al respecto”, putualizó.

Por este motivo, según informa ICAL, UPA consideró que debe ser la Fiscalía la que tome cartas en el asunto ante un posible delito contra la salud pública. “Por eso debe velar para que se cumpla la ley en interés de toda la sociedad, en este caso especialmente de la población del medio rural, y de los profesionales de la agricultura, los más expuestos a esta enfermedad”, reclamó.

Igualmente, consideró que la inacción del Gobierno autonómico podría ser constitutiva de delito por no tomar medidas de higiene y limpieza en zonas y reservorios “donde estos roedores se multiplican a gran velocidad, y con su expansión se puede potenciar el desarrollo de la tularemia entre humanos”.

Defender a la población rural

Además, lamentó que no se actúe en defensa de la población del medio rural “como el caso exige” y, sin embargo, cuando por ejemplo se produce el accidente de una cigüeña o de un lobo “se pongan sin reparo alguno todos los recursos públicos en forma de Medio Ambiente, Protección Civil e incluso bomberos, si es necesario”.

De ahí que la organización profesional agraria se haya preguntado una vez más, y sin obtener respuesta, “¿por qué no se hace nada desde las autoridades competentes cuando de lo que además se está hablando es del peligro que existe ya que los agricultores puedan contraer enfermedades?”