La plantilla de Nuclenor se aferra a la aplicación del convenio laboral

Todavía no se ha cerrado ningún acuerdo, aunque tampoco nadie se ha levantado de la mesa. El futuro de la plantilla de la central nuclear de Santa María de Garoña continúa en el aire, si bien es cierto que el comité de empresa de Nuclenor encara el las negociaciones con optimismo porque ambas partes están «interesadas» en llevar el proceso «a buen término».

En estos términos se expresaba ayer el presidente del comité de empresa, Alberto César González, tras la segunda reunión para analizar los planteamientos de salida de los operarios que, a causa del cierre, no tienen hueco en la plantilla durante los próximos tres años. A pesar de la cláusula de confidencialidad pactada entre las compañías eléctricas propietarias de la planta (Endesa e Iberdrola) y los representantes sindicales, González reconoció que el principal objetivo de los empleados pasa por garantizar el cumplimiento de las bases establecidas en el artículo 47 del convenio colectivo de Nuclenor.

Este artículo, centrado en la garantía de empleo, establece la necesidad de «adecuar la plantilla a la situación temporal que se plantee» cuando se produzca un cese de la actividad por «motivos técnicos, económicos o de otra índole». Para ello, la empresa se compromete a desarrollar las negociaciones «de buena fe y sobre una base de posiciones razonables que permita alcanzar acuerdos» con los representantes de los trabajadores.

Este proceso de adecuación plantea diferentes fórmulas, desde jubliaciones anticicipadas o prejubilaciones a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) hasta bajas incentivadas con carácter voluntario, recolocaciones y trabajos en la instalación hasta que finalice la fase de desmantelamiento. Con estas opciones sobre la mesa, González reiteró la apuesta del comité por las recolocaciones, las jubilaciones en condiciones ventajosas y el mantenimiento del máximo número de operarios posible durante el desmontaje de la planta.

En cualquier caso, aseguró que «ningún trabajador» quedará «desamparado». Por ello, las negociaciones avanzan «poco a poco» y los sindicatos no tienen «ninguna prisa» en acelerar la búsqueda de acuerdos. Aún con todo, el presidente del comité cree que tampoco «podemos dormirnos en los laureles».

González afirmó desconocer si el proceso «va para largo». No obstante, duda que «se dilate mucho en el tiempo» porque Nuclenor y la plantilla quieren alcanzar un acuerdo satisfactorio lo antes posible. Sea como fuere, la reunión de ayer se prolongó desde primera hora de la mañana hasta alrededor de las 19 horas, lo que deja entrever que la confrontación de posturas es evidente. Así pues, las negociaciones avanzan a un ritmo lento -más de lo que las partes hubiesen deseado- pero sin alcanzar un punto de no retorno.

Hay que tener además en cuenta que el artículo 47 al que González hacía mención contempla el compromiso, por parte de la empresa, de promover «con la antelación suficiente» el desarrollo de cursos formativos para facilitar, en la medida de lo posible, «la adaptación de los trabajadores afectados al mercado laboral existente» y a «colaborar en la Búsqueda Activa de Empleo» dentro del ámbito laboral de la plantilla.