La comisión eólica investigará «sin prisa» una vez declaren ante el juez
La oposición rechaza a Javier Ramos como nuevo presidente y le exige que reúna ya la comisión o «si no funciona y no sirve para nada que se cierre»
Julián Ramos, de pie en el centro, durante la celebración de un pleno en una imagen de archivo.-ICAL
El procurador del PP Julián Ramos fue elegido ayer presidente de la comisión de las eólicas, en sustitución de su compañero de bancada Juan José Sanz Vitorio, tal y como anunció en su día este periódico, en una breve sesión, a la que asistió la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente. La elección contó con el rechazó de todos los grupos de la oposición, que apoyaron al socialista José Francisco Martín, si bien el empate se deshizo, como es habitual, con el voto ponderado de los ‘populares’.
Los representantes en la comisión del Grupo Mixto (UPL), Ciudadanos, Podemos y PSOE urgieron al nuevo presidente a que convoque los trabajos y se llame a comparecer a las personas acordadas por unanimidad el pasado mes de febrero –momento desde el que no se reúne la comisión–, mientras que el portavoz popular, Raúl de la Hoz, vinculó las comparecencias en las Cortes a que antes los investigados hayan declarado en el juzgado.
Julián Ramos manifestó que «compete» a los grupos pedir la reunión de la comisión y el socialista Javier Izquiedo le recordó que entre sus funciones están su convocatoria, y añadió que será «responsable si no echa a andar». Pablo Fernández (Podemos) aprovechó lo manifestado por Ramos a solicitar su reunión está misma tarde, aunque reconoció que con «ninguna esperanza» de que sea así.
«Pido al PP que avance la comisión o se disuelva», espetó Luis Mariano Santos (UPL), para quien no se está para tirar los impuestos de los ciudadanos en algo que «no sirve para nada» y enmarcó la elección de un presidente del Grupo Popular en que a este partido «no le interesa que siga para adelante».
En esa misma idea incidió el procurador de Ciudadanos José Ignacio Delgado: «Si no funciona que se cierre, y si no que empiece a funcionar». Tras considerar que «no se observa ninguna gana» en el PP para que los trabajos progresen, reconoció que ello no ayuda en el acuerdo con su partido, después de que pidiera un cambio de voluntad y que dejará la presidencia al candidato del PSOE, por el que votó toda la oposición.