El Ayuntamiento aprueba subir el IBI y el agua con apoyo del PSOE

El Ayuntamiento de Segovia aprobó hoy subir el Impuesto de Bienes Inmuebles y la tasa del agua, así como mantener congelados la mayoría del resto de tributos, con el único apoyo de los doce concejales del equipo de Gobierno (PSOE), la abstención del edil de Izquierda Unida y el rechazo de los doce del Grupo Popular. El voto de calidad de la alcaldesa, Clara Luquero, decidió de este modo las ordenanzas fiscales y precios públicos de 2015 tras un debate de más de dos horas que no aportó ningún cambio a los términos propuestos de inicio en el pleno y que, según el PP, elevarán la presión fiscal un 4,35%.

El concejal de Hacienda, Alfonso Reguera, reconoció en su intervención que el compromiso electoral del PSOE era tomar como referencia el IPC interanual del mes de agosto durante todo el mandato para actualizar todos los tributos salvo el IBI, lo que en esta ocasión habría supuesto una rebaja fiscal del 0,5% para el próximo ejercicio. Sin embargo, atribuyó al Gobierno central la imposibilidad de mantener este criterio debido a la ley estatal 22/2013, que “establece la desindexación de los índices generales de precios (como el IPC) respecto a los contratos del sector público”, incluidas las tasas e impuestos, por lo que “la aplicación lineal desaparece”, añadió.

Respecto a la subida del IBI, Reguera la achacó también en buena medida al Gobierno central por el incremento de tipos fijado por el Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre, de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público. En concreto, el equipo de Gobierno cifra el incremento medio de este impuesto en un 6,5 por ciento, aunque con un descuento del 3,5 para los recibos domiciliados; y entre todas las ordenanzas fiscales, prevé una recaudación de 34.345.531 euros durante en 2015, 820.128 más (2,45%) que en 2014 (33.525.403).

En este sentido, el edil de Hacienda insistió en que el “moderado” aumento de la recaudación fiscal es imprescindible para mantener todos los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos sin encarecerlos ni deteriorar su calidad, y aseguró que las propuestas del PP de congelar o bonificar tasas e impuestos son “inviables por puro concepto legal y tributario”.

“Más impuestos para mantener servicios públicos”

“La visión que tienen ustedes de la gestión municipal y de la ciudad es absolutamente decimonónica, reducir impuestos para que la iniciativa privada crezca ocupando los ámbitos de la Administración local para conseguir el negocio que ahora no pueden conseguir por otro lado”, reprochó Reguera a los concejales del Grupo Popular. “Y nuestro objetivo es garantizar la calidad del servicio público que se presta a los ciudadanos”.

El viceportavoz primero del PP, Juan Antonio Folgado, por su parte, defendió la apuesta de su grupo por contener el incremento fiscal y, a cambio, aplicar “un riguroso programa de austeridad en los gastos y reducción de despilfarros que existen actualmente en el Ayuntamiento”. En este sentido, citó que “dos terceras partes” del agua que pasa por la depuradora “queda fuera de control y no se factura”, por lo que consideró que una hipotética mejora de la gestión del ciclo haría más viables las bonificaciones fiscales planteadas por los ‘populares’.

Precisamente el agua centró parte del debate debido a la guerra de cifras iniciada la semana pasada por PSOE y PP. Según el equipo de Gobierno, Segovia es la tercera capital de provincia de Castilla y León con el agua más barata, por lo que considera que la subida de esta tasa es asumible y necesaria para costear las obras de ampliación de la depuradora que ya se están llevando a cabo.

El principal partido de la oposición, sin embargo, aseguró que Segovia es la tercera más cara de la Comunidad por este concepto, si bien Reguera desmintió esta afirmación al asegurar que el PP, en su estudio, había comparado la tasa de Segovia prevista para 2015 con las vigentes este año en el resto de capitales de provincia de la región.

La propuesta fiscal del PP

El Grupo Popular había planteado una bajada general de tasas e impuestos (salvo el IBI) del 0,5 por ciento, de acuerdo con el citado “compromiso electoral del PSOE” de tomar como referencia el IPC de agosto. En el caso del IBI, abogaba por compensar la subida prevista con una bonificación del 5% para los recibos domiciliados, en lugar del 3,5 propuesto por el equipo de Gobierno. Y en la tasa de depuración del agua, que supone en torno a un tercio del recibo y se prevé una subida del 45%, que se mantuviera.

Asimismo, para el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), planteaba una bonificación del 50% en la cuota de las viviendas de protección oficial. Y respecto al Impuesto de Actividades Económicas, una bonificación del 50% para aquellas empresas que sufran pérdidas y se comprometan a no reducir plantilla.

Sin embargo, socialistas y ‘populares’ defendieron sus propuestas sin margen para la sorpresa y, por tanto, sin cambios en el planteamiento del equipo de Gobierno, que ya desde la semana pasada sabía que no necesitaba negociar para sacarla adelante, una vez que el concejal de Izquierda Unida, Luis Peñalosa, ya avanzó la semana pasada que se abstendría en la votación.