Podemos y C's, los partidos del cambio, con declaraciones en blanco

Si PP y PSOE parecen haberse puesto de acuerdo en su oposición a publicar la cuantía de sus bienes, desde Sí Se Puede –marca blanca de Podemos en Valladolid– y Ciudadanos –cuyos dos diputados provinciales, Héctor Gallego y Pilar Vicente, son también, respectivamente, concejales en el Ayuntamiento de Valladolid– la situación no mejora demasiado. Tanto Gallego como Vicente presentan declaraciones incompletas para el caso de la Diputación y directamente vacías para el del Consistorio –como se puede ver debajo de estas líneas–, una realidad que choca con lo propugnado por ambas formaciones, que han hecho de la defensa de la transparencia una de sus señas de identidad.

Al ser consultada por este diario, la portavoz de Ciudadanos en las dos corporaciones locales, Pilar Vicente, explicó que sus declaraciones aparecen incompletas porque no tiene «nada en propiedad», aunque se mostró partidaria de incrementar la información que deben contener los documentos. «Todo lo que sume para aportar transparencia, bienvenido sea», aseguró Vicente, que añadió que en la secretaría de la Diputación le indicaron que no era necesario poner la cuantía de los depósitos bancarios.

Donde sí reconoció la diputada y concejala de la formación naranja la necesidad de actualizar la información fue, precisamente, en el caso de las cuentas corrientes, aspecto del que dijo que pondrá al día los datos en diciembre, cuando se firma la declaración anual.

Resulta más llamativo el caso del diputado y concejal de Sí Se Puede Héctor Gallego. En su declaración de bienes en la institución provincial aparece una cuenta corriente y participaciones en una cooperativa vecinal, en ambos casos sin especificar las cuantías. Sin embargo, en el Ayuntamiento su documento está sin rellenar, siendo el único edil de su bancada en esta situación, ya que tanto Charo Chávez como Gloria Reguero –las otras dos concejalas del partido morado–, sí presentan declaraciones con información más detallada.

Al cierre de esta edición, Gallego no había atendido a las llamadas de este periódico.