El Ayuntamiento de Valladolid derribará el edificio en ruinas de Puente Mayor "por riesgo de colapso"

El Ayuntamiento de Valladolid ha anunciado este lunes la demolición total del edificio en ruinas situado en el número 1 de la calle Puente Mayor, a la altura de la plaza de San Nicolás, debido al "inminente riesgo de colapso". La decisión se ha tomado tras la aparición de grietas en la fachada y un movimiento estructural que delatan "un grave peligro" para la seguridad de los ciudadanos.

Ignacio Zarandona, concejal de Urbanismo y Vivienda, ha explicado que este inmueble ya tenía una orden de ejecución subsidiaria de derribo por parte del consistorio, la cual fue emitida dada "la inacción de los propietarios" a lo largo de los años. En este sentido, ha indicado que "este es un tema que lleva una trayectoria de bastantes años coleando, y la orden de ejecución subsidiaria la iba a llevar a cabo el Ayuntamiento". La situación actual es consecuencia del derrumbe de una parte del edificio, "un hastial de la medianera, lo cual aceleró las decisiones", ha comunicado.

La fachada del edificio, que está catalogada como protegida con un P4, será finalmente demolida en su totalidad. Zarandona ha argumentado esta medida al afirmar que "la seguridad está por encima de todo", y que mantener parte de la fachada requeriría más de 15 días, lo cual representaba un riesgo demasiado alto. "Hemos estado valorando la posibilidad de mantener la fachada, pero, dadas las circunstancias y viendo cómo están las grietas, no podemos arriesgar". 

Los trabajos de demolición comenzarán este martes a partir de las ocho de la mañana y se realizarán "de una forma muy minuciosa y segura, siempre con el personal por encima del tajo, para evitar cualquier tipo de caída", ha precisado Zarandona. "Se va a ir despacio, valorando el estado del edificio según se van eliminando las partes afectadas", ha añadido antes de subrayar que los operarios trabajarán desde una cesta colgada de una grúa de gran tonelaje.

Por su parte, Alberto Cuadrado, concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, ha detallado las medidas de seguridad que se han tomado: "Desde el primer momento que se nos comunica la circunstancia, lo primero que hacemos es acordonar la zona y establecer un perímetro". Además, ha señalado que se ha mantenido una guardia de la Policía Municipal toda la noche y que se ha reforzado la seguridad esta mañana debido a la cercanía de un colegio. "Hemos procurado que no afecte al colegio y se han sacado vehículos de un garaje posterior como medida de precaución", ha comentado el edil. 

Los costes de la demolición, "unos 300.000 euros", serán repercutidos a los propietarios del inmueble. Zarandona ha aclarado que, "aunque hay una propiedad reconocida que no ha actuado, se le repercutirán todos los gastos, porque es una ejecución subsidiaria, y porque es necesario actuar sin esperar a que ellos tomen la iniciativa". El concejal también se ha referido a la declaración de ruina económica del edificio, señalando que "es un coste inasumible ponerlo de nuevo en funcionamiento, siendo más económico demolerlo y construir de nuevo que rehabilitarlo". 

Esta situación lleva coleando desde 2005. De hecho, un vecino de uno de los pisos de la la octava planta del edificio colindante ha explicado a este periódico que esto "se veía venir". "Lleva así muchos años -ha continuado- y nadie ha hecho nada. El sábado se vino abajo la parte de arriba y casi pilla a una mujer que estaba paseando por la calle. A nosotros nos cortaron agua, luz, gas y ascensor. Ayer -por el domingo- empezaron a caer más cascotes y ya vino la policía para establecer un perímetro de seguridad", ha relatado.