BALONMANO / LIGA GUERRERAS IBERDROLA
O’Mullony y su ‘déjà vu’ en el Aula
La jugadora anuncia su marcha, esta vez al extranjero, al igual que hiciera hace cinco años al Bera Bera / Visiblemente emocionada expresó su deseo de retirarse en Valladolid

María Prieto O’Mullony y Miguel Ángel Peñas se abrazan.
... Y María Prieto O’Mullony tomó la decisión de coger su fusil para guerrear en otra parte, en otro equipo, en otro club, en otro país. La jugadora zamorana del Aula, con los ojos vidriados entonaba su despedida del Aula acompañada del director deportivo y otrora entrenador Miguel Ángel Peñas y con la presencia como testigo de excepción de su actual entrenador Salva Puig, sentado junto a los periodistas. La rueda de prensa para despedirse fue un ‘déjà vu’ en toda regla. Una experiencia que hace sentir a las personas que están viviendo una situación que ya ocurrió en el pasado.
Y es que en 2020 ocurrió algo parecido para fichar por el Bera Bera. Cinco años después y tras regresar a ‘casa’ de una ‘experiencia mala’, como ella mismo reconoció, vuelve a abrir la puerta de salida tras tres campañas ejerciendo de estandarte del Aula para poder jugar en un equipo, al MKS Lublin de Polonia, de mayores ambiciones económicas y deportivas (jugará en Europa).
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Pese a que aún es ‘joven’, a sus 27 años y con el cuerpo un tanto castigado por las lesiones, María O’Mullony, es consciente de que su carrera entona su última etapa con la intención de retirarse a los 30 años. Y tras fichar por las dos próximas temporadas con el club polaco, que negoció con el Aula pagando una compensación económica por la jugadora zamorana, a la que le restaba un año de contrato, su vuelta a casa, por tercera vez, se hace posible, ¿por qué no? «Siempre he dicho que me gustará retirarme en el Aula. He firmado dos años y todavía me quedaría un año para llegar a los 30», dijo esbozando una sonrisa mirando a Miguel Ángel Peñas.

María O'Mullony, entrando en la sala de prensa para anunciar su despedida del Aula.
Sin la presencia de la presidenta Ana Belén Pastor, la jugadora leyó un pequeño discurso de despedida agradeciendo todo lo conseguido como jugadora y como persona en Valladolid, a la que calificó como su casa, reconociendo además que la decisión de marcharse fue muy difícil de tomar.