Diario de Valladolid

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Los rectores exigen una Ebau única: «Los nuestros deben competir en igualdad de oportunidades»

El presidente del CES valora el espacio de diálogo creado por las cuatro universidades públicas: «Tienen un comportamiento institucional junto a la Consejería, que está generando un sistema y hay que agradecérselo»

Pablo R. Lago, Antonio Largo, Enrique Cabero, Juan Manuel Corchado, Nuria González y José Miguel García, en el Club de Prensa. J.M. LOSTAU

Pablo R. Lago, Antonio Largo, Enrique Cabero, Juan Manuel Corchado, Nuria González y José Miguel García, en el Club de Prensa. J.M. LOSTAU

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Unanimidad entre los rectores de las universidades públicas de Castilla y León, junto al presidente del CES, respecto a la necesidad de establecer una Ebau única en todo el territorio nacional. Así lo pusieron de manifiesto este martes en el Club de Prensa de EL MUNDO, celebrado en las instalaciones de Sercotel en Valladolid. «Está muy bien atraer estudiantes de otras comunidades, pero los nuestros deben competir en igualdad de condiciones», subrayó la rectora de la Universidad de León, Nuria González.

El presidente del CES, Enrique Cabero, remarcó que en los últimos 40 años «hemos avanzado mucho» en el acceso a la Universidad. «Antes, cada universidad hacía su propio examen de acceso. Se consiguió un avance significativo cuando la Comunidad Autónoma impulsó un examen y un tribunal corrector único». El problema surgió «cuando se empiezan a diferenciar mucho los exámenes entre comunidades autónomas y los criterios de calificación de esos exámenes».

Alberto Caballero, Francisco López, Francisco Vázquez, Rocío Lucas, Adriana Ulibarri, Nicanor Sen, Carolina del Bosque y David Esteban. J.M. LOSTAU

Alberto Caballero, Francisco López, Francisco Vázquez, Rocío Lucas, Adriana Ulibarri, Nicanor Sen, Carolina del Bosque y David Esteban. J.M. LOSTAUJUAN MIGUEL LOSTAU

Y es que «al ser un distrito único, debe haber criterios homogéneos. Y no basta con el examen, también los criterios de corrección, incluso los tribunales correctores. ¿Por qué no se pueden intercambiar», defendió. «Si tenemos unos resultados excelentes en el informe Pisa en materia educativa, eso se tendría que ver correspondido con los resultados en las notas de acceso en la universidad, y no siempre es así».

Por su parte el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, aseguró que es necesario dar oportunidades de forma «equitativa y equilibrada». «En Castilla y León estamos por encima de la media de exigencia respecto al resto de comunidades autónomas y eso penaliza a nuestros estudiantes, y no es bueno. Eso es algo que tenemos que cambiar, aunque sin bajar nuestros niveles de exigencia. Hay que buscar ese consenso y hacer un esfuerzo entre todas las comunidades autónomas».

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo, puso como ejemplo una prueba que sí que es única en todo el territorio nacional, como es la de MIR: «Es posible hacer una prueba única a nivel nacional, y siguiendo ese modelo, deberíamos tender hacia una Ebau única. Mientras tanto, yo lo que pido es la máxima coordinación por parte del Ministerio», añadió.

«Siendo la universidad provisora de igualdad de oportunidades, hay tres palabras que son clave: igualdad, mérito y capacidad, y eso empieza por la entrada», remarcó, por su lado, el rector de la Universidad de Burgos, José Miguel García. «¿Ahora mismo existe, con el sistema actual? Yo creo que no. Algo habrá que hacer», concluyó.

Nuria León remarcó que si todos compiten por las mismas plazas, porque es distrito único «deben competir en igualdad de oportunidades, y se puede hacer una prueba única. Debemos luchar por ello sin ninguna duda». Y es que «venimos avalados por los datos de que atraemos estudiantes de otras comunidades. Pero claro, son estudiantes que vienen a las titulaciones con mayores notas de corte, porque traen mejores notas que nuestros estudiantes, a los que les exigimos más. Tenemos que hacer esa doble lectura: esa atracción de otros estudiantes está muy bien, pero también tenemos que cuidar a los nuestros. No significa facilitarles la entrada, pero sí que compitan en igualdad de oportunidades», aseveró.

También estuvieron de acuerdo en la necesidad de adaptación a la realidad del mapa de titulaciones. Un mapa en el que han alcanzado un acuerdo para impartir Medicina en León y Burgos, veterinaria en Salamanca y Farmacia en Valladolid. Es decir, para crecer, pero no para decidir sobre otro tipo de titulaciones menores, duplicadas y con poco alumnado.

«Ahí hay que hacer un trabajo importante», apuntó Corchado. «Es difícil avanzar muy rápido. Hay que hacerlo con muchísimo cuidado, porque tenemos profesores muy bien formados, una tradición en ciertas titulaciones y no puedes reciclar a la gente de un día para otro, ni cambiar unos profesores por otros, pero sí puedes adaptar las titulaciones que tenemos a las necesidades de nuestro mercado, a las demandas de la sociedad, y es un trabajo que estamos haciendo todas las universidades, adaptar nuestros planes de estudio».

En cuanto a la conveniencia de distintas facultades con las mismas titulaciones, «es bueno en las titulaciones que están muy demandadas», apuntó la rectora de la Universidad de León. «Hemos hecho entre todos un ejercicio de pensar cuáles pueden ser más demandadas. Yo creo que hemos acertado en la distribución que hemos hecho, y no va a ser una competencia».

Largo matizó que el acuerdo de las nuevas facultades de Medicina, Veterinaria y Farmacia «no es un intercambio de cromos, se ha dado una imagen un poco distorsionada. Tenemos una hoja de ruta en cuanto a las titulaciones que debemos ir ofertando a la sociedad. La educación superior es un derecho, también, y las universidades públicas tenemos la responsabilidad de atender a lo que demandan los estudiantes, por un lado, y a las nuevas demandas sociales emergentes».

García hizo hincapié en un análisis de futuro: «Cuando estas titulaciones se implanten, en nuestros primeros egresados la situación va a ser de pleno empleo. Donde se realizan los estudios se quedan muchos más estudiantes. En Burgos necesitamos estos estudiantes del ámbito tecnológicos y de Ciencias de la Salud».

Cabero valoró el «magnífico comportamiento institucional de nuestras universidades», que «son conscientes de que no compiten, sino que están generando un sistema sólido, el sistema universitario de Castilla y León». También llamó la atención en cuanto a que «la formación de buenos titulados es una actividad sobresaliente de Castilla y León. No podemos pensar que es un sistema solo para autoabastecernos de profesionales cualificados. «Una actividad nuestra, que también reporta ingresos a nuestro sistema, es formar profesionales cualificados, nuestra actividad legítima también es poder exportar personal cualificado, reteniendo también ese personal en nuestra Comunidad».

NURIA GONZÁLEZ, rectora de la Universidad de Burgos: «La universidad es un ascensor social y es vital la equidad»

«Celebrar 40 años de autonomía universitaria es reconocer un derecho que se nos dio para construir espacios de formación y de transferencia mucho más dinámicos, diversos, inclusivos, y sobre todo, la autonomía universitaria implica que las universidades podemos responder mejor a las demandas de nuestra sociedad y nuestro tejido empresarial». Con estas palabras la rectora de la Universidad de León, Nuria González, puso en valor el funcionamiento del sistema universitario autonómico. «Los datos de las universidades de Castilla y León son un impulso para seguir trabajando y mejorando este sistema», remarcó.

«Nadie puede negar que el papel de las universidades es fundamental para el desarrollo económico y social de Castilla y León», apuntó. Pero además, la autonomía universitaria «es una garantía que permite que la universidad se adapte a su historia, a su entorno, y nos permite construir una oferta académica, investigadora y cultural», porque «las universidades somos referentes culturales, en el caso de la Universidad de León se ofertan más de 180 actividades culturales».

El autogobierno de las universidades «permite nuestra propia hoja de ruta hacia la excelencia académica, la investigación de vanguardia, siempre pensando en ese servicio a la sociedad. Ese es un reto que ahora tenemos, adaptarnos a la nueva normativa nacional», añadió.

González puso de manifiesto que la educación universitaria es un «pilar fundamental» en «la formación de profesionales y la generación de talento, y en el impulso a la innovación y el emprendimiento». Apuntó que «la Universidad de León ha sabido adaptarse, transformarse y liderar para apostar por la excelencia académica, la investigación, la internacionalización y la conexión con nuestro entorno».

Para la rectora está claro que el gasto en educación superior «no es un gasto, sino una inversión, que se multiplica por cinco». Por otro lado, calificó a la universidad pública como «el verdadero ascensor social», y hay que «luchar por ello, por que se prime el esfuerzo, el talento, y que todos puedan llegar a la universidad porque el acceso al conocimiento no debe ser un privilegio sino un derecho», por lo que «hay que promover esa equidad en la que el esfuerzo y el talento sean la clave del éxito».

González puso en valor la evolución del sistema educativo en las universidades, con mayor formación práctica y mayor relación entre los estudiantes y la empresa: «Las clases teóricas ya no son las clases magistrales de antes, la mayoría de los estudiantes demandan casos prácticos, la universidad ha hecho un gran esfuerzo en esto».

ANTONIO LARGO, rector de la Universidad de Valladolid: «El cambio de la ley ha sometido a las universidades a tensiones»

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo, no dudó en poner sobre el tapete algunos de los problemas que acucian a estas instituciones, y empezó por la última reforma legislativa, que, apuntó, hace más difícil la gestión de las prácticas en las empresas. «Ayudaría que el contexto normativo facilitase el desarrollo de las universidades, pero desde el 1 de enero hemos tenido un contexto que nos ha sometido a un estrés importante en la gestión de las prácticas en empresas», aseguró. «Gestiones que hemos tenido que asumir las universidades».

También mencionó la Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario (Losu). «Estamos sometidos a un cierto estrés, sobre todo las universidades que nos hemos creído que las leyes están para aplicarlas, y llegan sin una financiación suficiente, o esa financiación llega tarde», explicó. «Yo creo que las normativas deberían estar para potenciar, ayudar y facilitar el sistema universitario, y no someterlo a un estrés, a unas tensiones que podrían haberse evitado, quizá actuando con un mayor consenso para no generar innecesariamente problemas».

Eso sí, Largo reconoció que las universidades en estos últimos 40 años «no han mejorado para bien, sino para muy bien, en todos los términos, de calidad, de funcionamiento democrático, de transparencia, de rendición de cuentas, de responsabilidad». La autonomía universitaria debe estar ligada, aseguró, «al uso responsable de las herramientas, de los recursos que la sociedad pone a nuestra disposición».

«Creo que la contribución que hace hoy en día la universidad pública a la sociedad es muchísimo mayor a lo que había hace 40 años». Eso sí, «también ha habido sombras en el camino, evoluciones, contextos económicos desfavorables que en parte son los que nos han llevado a algunos de los problemas que tenemos ahora. Se vivió una crisis económica importante y ahí la financiación de las universidades públicas salió bastante malparada, las plantillas sufrieron, y no hemos recuperado todavía la fortaleza de las plantillas y los recursos financieros que teníamos».

Coincidió con sus colegas en que «la universidad pública es el mejor ascensor social», y que el dinero dedicado a ella no es un gasto sino una inversión, «la más rentable en lo que se puede invertir hoy en día, y en particular en Castilla y León hacen una magnífica contribución no solo a la dinamización socioeconómica, colaboración con empresas e instituciones, sino a la vertebración del territorio».

Como ejemplo puso los campus de las ciudades pequeñas: «Hay que cuidar el sistema universitario, porque es como una planta, si no se riega, al final se estropea y luego es imposible recuperarla», concluyó.

JUAN MANUEL CORCHADO, rector de la Universidad de Salamanca: «La autonomía también es un deber que debemos ejercer»

«Castilla y León tiene una importancia realmente considerable dentro de todo nuestro sistema educativo y universitario, porque nuestras universidades públicas han jugado un papel importantísimo, tanto a nivel nacional como internacional, y también en el contexto socioeconómico de nuestra región», subrayó el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado.

«Es innegable que la autonomía universitaria ha sido una de las claves para que estas instituciones de enseñanza superior se conviertan en este foco de conocimiento, de innovación y de cultura», apuntó, y destacó la importancia de «diseñar programas académicos adaptados a las necesidades de la sociedad».

«La base que garantiza que nuestras universidades sean espacios en los que florezca este conocimiento, sin restricciones, libres de injerencias políticas, económicas e ideológicas es nuestra autonomía universitaria, que viene de la mano de la financiación que tenemos, pero también de las posibilidades de conseguir la financiación que necesitamos de forma competitiva a nivel internacional».

Una financiación que calificó de «muy buena» gracias a los fondos ‘Next Generation’, pero «llegará un momento en que estos desaparezcan y tendremos que estar ahí y ser competitivos», apuntó. «Nuestras universidades se están preparando muy bien para ello», porque «hay que estar siempre dispuestos a adaptarnos por los vaivenes de la economía nacional e internacional».

Por eso «no es un lujo o un privilegio superfluo el contar con este tejido universitario en Salamanca y el resto de universidades de nuestra región», subrayó. También puso en valor «la cultura del emprendimiento que se está creando, apoyada en el talento joven que tenemos y que llega a Castilla yLeón, algo que nos caracteriza por la cantidad y la potencia de nuestros parques científicos y tecnológicos».

También planteó «retos considerables» de la autonomía universitaria, ante los «desafíos de la sociedad moderna», con la responsabilidad de «formar a los ciudadanos para que sean críticos con todo lo que está sucediendo, y sean los más innovadores y los más comprometidos».

Recordó que en la Comunidad existen también universidades privadas que cumplen su función, y que estamos «ante un contexto global marcado por la polarización política y muchas veces por la desinformación, en el que nuestras universidades son vulnerables». Una realidad ante la que llamó a «ser fuertes», así como a «saber cuál es nuestro camino en las restricciones presupuestarias, las amenazas a la libertad de cátedra, son riesgos que no hay que ignorar». Y es que la autonomía universitaria «es un derecho que nos pertenece pero también un deber que debemos ejercer».

JOSÉ MIGUEL GARCÍA, rector de la Universidad de Burgos: «Abordamos dos retos: el demográfico y el del talento»

El rector de la Universidad de Burgos, José Miguel García, aportó su testimonio sobre el «cambio tremendo» de la universidad a raíz del reconocimiento de la autonomía universitaria. Entre esos cambios, enumeró «una adaptación y contribución a nuestro entorno socioeconómico, especialmente importante para el desarrollo presente y lo es para el futuro, trae una serie de retos interesantes, como la propia competitividad entre las universidades, que por una parte es positivo, pero por otra parte puede traer otros aspectos negativos».

En el caso de Castilla y León, aseguró,«tenemos una relación estupenda entre las universidades, hemos colaborado en todos los aspectos posibles, también con la Consejería, y eso ha ido marcando la diferencia. Y también desde el punto de vista nacional, lo que hay que decir es que esta autonomía nos ha llevado a ser el sistema educativo probablemente más eficiente del mundo, donde los presupuestos son mucho más bajos que en otros lugares especialmente de Europa, pero a la vez nuestros egresados son tremendamente apreciados en todos los lugares, incluso en otros donde se invierte muchísimo más».

«Es fundamental el impacto que tiene la universidad en el entorno y en el futuro», remarcó García. «Ahora mismo tenemos dos grandes retos, especialmente en nuestra Comunidad, el reto demográfico, y otro que es igual o más complicado, que es el del talento. Y el del talento para el desarrollo lo proveemos las universidades».

Para abordar esos retos de la demografía y el talento, el rector de la Universidad de Burgos subrayó la importancia de la formación dual: «En nuestro caso, tenemos un entorno con tres núcleos industriales muy potentes, muchos de nuestros grados y másteres tienen prácticas obligatorias durante meses en empresas, y la vinculación es directa. Prácticamente todos nuestros estudiantes hacen esas prácticas que son curriculares y después extracurriculares», explicó. «Iniciamos hace tiempo con alguna multinacional la educación dual, y pusimos el año pasado una titulación en Miranda de Ebro, en el entorno de la industria 4.0 que es totalmente dual y que creo que va a ser un modelo para futuros desarrollos».

Una formación «que se está solicitando» por parte de los empresarios, y que facilita que «el 60% de los egresados se queden en la empresa, la empresa lo está utilizando como un sistema de selección evidente, porque no hay mejor proceso que ver cómo trabajan los propios estudiantes o los propios titulados».

Aun así, reconoció, «nos queda mucho camino, también tenemos que tener la perspectiva de la universidad, nosotros somos formadores, y hay diferencias que se deben mantener», concluyó.

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