Diario de Valladolid

Familias de Valladolid pagan por el comedor escolar 233 euros menos en un curso que las de León

El menú en los colegios públicos de uno de los lotes leoneses cuesta 5,24 euros al día mientras en la provincia vallisoletana se fija en 3,93 en un lote y en 3,98 en otro / El más barato es un lote de Segovia

Acceso a un colegio público de Valladolid, en una imagen de archivo.- J.M. LOSTAU

Acceso a un colegio público de Valladolid, en una imagen de archivo.- J.M. LOSTAU

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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Matricular a los niños en uno u otro colegio conlleva gastos diferentes dentro de la propia red pública porque hay recursos, como el comedor , que n o cuestan igual en una provincia que en otra . Ni siquiera dentro de un mismo territorio el precio es homogéneo, y hay tarifas diferentes incluso en centros separados por apenas unos metros. La consecuencia es que hay familias que pagan un 50% más que otras por los menús y eso supone un desembolso ‘extra’ de 313 euros más al año por comensal al comparar la zona más cara con la más barata, es decir, al comparar León con Segovia.    

Valladolid es la segunda provincia más ‘económica’ , así que en contraste con la más gravosa se desprende que aquí los progenitores pagan entre 224 y 233 euros menos en contraste con algunas familias de la provincia leonesa.  

¿Por qué hay diferencias? Porque la Consejería de Educación no tiene un contrato único en la prestación de este servicio, sino que lo tramita a través de las direcciones provinciales, con un resultado de quince lotes en total: los correspondientes con Zamora, Soria y Ávila, donde una empresa gestiona todos los comedores escolares dentro de la misma demarcación, y los dos grupos en los que fracciona al resto de provincias. Es decir, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia y Valladolid están divididas en dos.

 

Esa fragmentación serviría de ‘justificante’ porque, al contratarse por separado, cada licitación se cierra en una cuantía, si bien la consejería que lidera Rocío Lucas no ha querido aportar una explicación, según solicitó este medio el miércoles. En todo caso, no hay que olvidar que existen otros servicios con el precio unificado , como Madrugadores o Tardes en el Cole –que dependen de la misma Consejería que los comedores–, que sí cuestan lo mismo, independientemente de dónde se desarrollen o quién los gestione.

Con el comedor escolar no ocurre lo mismo y por eso las familias pagan más o menos dinero en función de en qué ‘pack’ se ubique el colegio donde estudian sus hijos . Para conocer el detalle de los precios de cada lote, este medio ha tenido que recurrir a una solicitud de acceso a información pública, puesto que no obtuvo respuesta de manera directa. La única contestación aportada desde Educación fue que este curso se mantendrán los mismos precios que el curso pasado, aunque haya cambio de concesionarias, porque toca renovar contratos. 

Las siguientes cifras, por tanto, corresponden con las del año escolar 2021/2022, puesto que en el 2022/2023 se mantendrán iguales, «salvo que finalmente en los nuevos contratos el precio del menú resulte ser aún menor, en cuyo caso se aplicará este último», según aclaró la Consejería en su respuesta por Transparencia. Es decir, las cuantías que se toman como referencia son las que han estado vigentes en los últimos años, a la espera de saber si hay alguna modificación a la baja.  

Al cierre de noviembre, en todo caso, los procedimientos de contratación no habían finalizado en todas las provincias o, al menos, no se habían publicado en el portal de contratación del sector público. Por ejemplo León , que encabeza el ranking autonómico por tener fijado el precio más alto en uno de sus lotes, continuaba en evaluación. Allí, los 42 colegios que conforman el denominado ‘lote 2’, destacan por ser los más caros de la autonomía en la red pública escolar

Según los datos reportados por la Consejería de Educación, las familias que son usuarias habituales –es decir, las que recurren al servicio al menos la mitad del mes–, abonan 5,24 euros por cada uno de sus hijos, mientras que las esporádicas, que son las que lo necesitan con menos asiduidad, desembolsan 5,49 euros. 

El contraste con los colegios incluidos en el grupo más barato de Castilla y León es más que evidente, pues los centros del ‘lote 1’ de Segovia tienen una tarifa de 3,48 euros para comensales habituales y 3,73 euros para esporádicos. 

Así, entre el más costoso y el más económico hay una diferencia de 1,76 euros cada jornada . Es lo que pagan de más algunas familias de León en comparación con otras familias de Segovia, a pesar de estar dentro de la misma comunidad autónoma y de que se trata de un servicio que se presta en colegios públicos. Para una familia con un hijo, esta situación supone una diferencia de 313 euros a mayores . Y se traduce en un desembolso añadido de más de 600 euros si los padres tienen dos vástagos que se quedan a comer después de que suene el timbre que anuncia el fin de las clases. 

Pero el agravio no sólo se aprecia al comparar una provincia con otra. En el propio territorio leonés hay una notable diferencia entre un lote y otro, pues los colegios pertenecientes al ‘1’ abonan 4,47 euros mientras los incluidos en el ‘2’ –como se ha explicado anteriormente–, lo tienen fijado en 5,24. Algo más de un euro de diferencia en el mismo territorio. 

Además, la división no se realiza teniendo en cuenta el ámbito rural y el urbano como variable única, sino que en la decisión intervienen otros muchos factores. Es lo que ocurre en Valladolid , por ejemplo, con el Cardenal Mendoza y el García Quintana , separados por sólo 300 metros (cuatro minutos a pie). Pero el primero pertenece al ‘lote 1’ y los padres pagan 3,98 euros diarios por el menú de sus hijos y el segundo al ‘lote 2’, con una tarifa de 3,93 euros.  

La única provincia en la que se paga lo mismo a pesar de estar dividida en dos contratos es Salamanca, con un importe de 5,04 euros, pero en el resto de territorios de Castilla y León hay diferencias, aunque sean mínimas. Por ejemplo en Burgos hay ‘coles’ donde el comedor escolar cuesta 4,61 euros y otros donde las familias apoquinan dos céntimos más, tomando siempre como referencia para el análisis lo que pagan los usuarios habituales.

En Palencia, por su parte, a las familias del ‘lote 2’ les cuesta el comedor 4,47 euros y a las del ‘1’ les supone un desembolso de 4,24, lo que se traduce en una diferencia de 23 céntimos diarios. Y en Segovia, frente a los 3,48 del primer grupo –que es el más barato de Castilla y León–, los del segundo grupo asumen un coste de 4,05. En este caso, 57 céntimos de diferencia diaria por comensal. 

Aunque la desigualdad de precios en algunos casos sea mínima, no hay que olvidar que se multiplica por los días lectivos –178, por ejemplo, en el presente curso–, y que se trata de una situación que se arrastra en el tiempo. 

Las Ampas piden calidad

La Confederación de Federaciones de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de Centros Públicos de Enseñanza de Castilla y León, Confapacal , aclaró que las quejas que las familias les trasladan relacionadas con el comedor se centran sobre todo en la exigencia de un servicio de calidad , y no les constan protestas por la diferencia de precios, quizá por desconocimiento de esta circunstancia, valoró la presidenta de la entidad, Soledad Alegre.    

A su juicio, existe una «desinformación generalizada» sobre el funcionamiento de los comedores escolares, en alusión a que se trata, en la mayor parte de los colegios, de un catering de línea fría que se cocina «varios días antes» y llega en bandejas a los colegios para que allí se puedan calentar los platos que se sirve a los niños. 

Por eso su «lucha», insistió Alegre, «es exigir calidad» a la Junta de Castilla y León, y confirmó que cuando en otras ocasiones se han subido los precios de los menús por cambio de concesionarias, las familias lo han asumido al entender que redundaba en una mejora de los menús. 

La Junta analiza varios factores para fijar una horquilla de precios 

A la hora de definir los lotes de los comedores escolares la Consejería de Educación utiliza un criterio territorial, pues el servicio se divide en primer lugar por provincias, y luego fracciona la mayoría en ellas en dos lotes, tratando de hacer un equilibrio a partir del estudio de múltiples variables .

Además del total de comedores, las direcciones provinciales analizan, por ejemplo, la media de usuarios diarios en cada uno de ellos, si cuentan con cocina in situ o si funcionan con un catering , el número de monitores que necesitan y sus condiciones laborales –pues hay que subrogarlos–, el coste de las materias primas y, en el caso de los colegios del medio rural, la distancia a la que se ubican.

Con todo este conglomerado de datos, tratan de hacer lotes compensados para las empresas , aunque eso se traduzca después en diferencias de precios para las familias. Y es que en cada uno de los lotes la Junta fija un precio mínimo y otro máximo en la licitación , para que las empresas ‘pujen’ dentro de esa horquilla.

De ahí que luego cada lote se adjudique por un precio diferente , dependiendo de qué oferta haya hecho la empresa que se alce como concesionaria. 

 

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