Diario de Valladolid

PREMIOS LA POSADA 2021

Pablo Lago: «El éxito de los premiados es su talento y las cualidades que alberga, a las que debe aspirar el periodismo»

El director de El Mundo de Castilla y León, Pablo Lago. - PHOTOGENIC

El director de El Mundo de Castilla y León, Pablo Lago. - PHOTOGENIC

Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

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«La Posada no es un  lugar imaginario. Es la realidad más creíble y veraz de Castilla y León. Es la realidad irrenunciable, en la que residen lo más alto y ambicioso de nuestras aspiraciones». Con esta afirmación, el director de  El Mundo de Castilla y León, Pablo Lago venía a destacar, en su discurso de los Premios La Posada, su importancia como esa realidad de Castilla y León.

Una realidad, la de La Posada, «en la que se concitan el periodismo y el talento; nuestro periodismo y su talento, su enorme y generoso talento», remarca Pablo Lago, quien acto seguido señala que lo mejor del éxito de los premiados es sus talento, en el que debe mirarse y al que tiene que aspirar el periodismo. 

«Lo mejor de su éxito es el talento y las cualidades que ese talento alberga. Cualidades que no difieren en demasía a lo que debe aspirar el periodismo de calidad y el periodista de raza», asegura el directo de El Mundo de Castilla y León. 

Y es que periodismo y Posada marcaban su intervención en la gala de entrega de Premios de La Posad, con un mismo compromiso, «contar y defender a una tierra y unas gentes», puntualiza Lago, para quien «la realidad no deja de ser un enorme puñado de teselas policromadas. Que el periodista recoge. Pero no basta con tenerlas y esparcirlas. Hay que articularlas. Hay que ordenarlas. Hay que colocarlas con la minuciosidad de un mosaico». Y hay que hacerlo, en palabras de Pablo Lago, «con armonía, con paciencia y con criterio. Sólo así surge un mosaico de realidad verosímil, creíble y certero», destaca.

Y es que «un periodista no es un cuenta cuentos que lleva y trae». El periodismo y los periodistas, según Pablo Lago, «tiene la obligación de no macerar en la desidia en una sala de barricas». Lo que tiene y debe hacer, continúa, «es surcar las gavias y transistra por espalderas, que es donde habitan las historias verdaderas». Porque su obligación es «observar las cepas y descifrar los racimos», aclara Pablo Lago, jugando con el símil metafórico de la vendimia. «Así sale la noticia, de la observación de la realidad», incide.

Lo que un periodista está obligado a hacer es «darle el calor y el tiempo necesario a un cuarto trastero de información para convertirlo en una noticia de interés», remarca el director de El Mundo de Castilla y León, quien deja claro que «al microondas sale un tuit y poco más». Pero el periodismo es mucho más, «el periodismo es oficio de cocineros prudentes y pacientes», manifiesta.

Pero no sólo. Y es que esos cocineros prudentes y pacientes tienen que ser también «vigorosos» y saber adaptarse «a los tiempos y al progreso». Eso sí, «sin olvidar que la receta esencial sigue siendo un clásico, la credibilidad», asevera Pablo Lago, en un momento de su dicurso.Una credibilidad, continúa, que «se gana a golpe de fogón y de portada, con constancia y tenacidad, pero se pierde por una sola imprudencia», resalta, a la vez que insiste en afirmar que «la mejor noticia siempre será la más veraz».

No en vano, y así lo indica Lago en su discruso, «la veracidad es la antesala de la credibilidad». Ahí, en todas estas cualidades. es donde reside el arte de ejercer «el noble oficio del periodismo». Cualidades que, en palabras de Pablo Lago y volviendo al inicio de su discurso, residen en los 14 premiados de La Posada. «Me atrevería a decir que para ser buenos periodistas hay que ser buenos enólogos, buenos hosteleros, buenos cocineros, buenos emprendedores, buenos gestores de lo público, buenos ganaderos, buenos viticultores. Pero también hay que ser ambiciosos», destaca.

Como ambiciosos, según manifiesta, han sido los galardonados. Pero no sólo, porque también indica que han sido «valientes y decididos». «Éste, como el suyo, queridos premiados, no es oficio de cobardes», aseveraLago, quien no duda en manifestar  que, con ese talento y todas las cualidades que en él se albergan, los premiados podían haber sido «magníficos periodistas». «Afortunadamente para nosotros decidieron dedicarse a otros menesteres cosa y construir una realidad de progreso y generosidad», aclara.

Y es que, además de otras muchas cosas, los 14 galardonados de La Posada son «el relato de una parte del mejor periodismo que se puede hacer en Castilla yLeón», asegura Pablo Lago, quien explica cuál es ese periodismo: «Contar sus historias es contar una gesta de gigantes».

En este punto, el director de El Mundo de Castilla y León mostraba el profundo agradecimiento a los galardonados, «por su amabilidad, por su generosidad y por su devoción. Pero, fundamentalmente, por creer en esta tierra y en sus gentes», finalizaba Lago, no sin antes incidir en que los premiados «forman parte de la memoria inquebrantable y colectiva de esta inmensa Posada que es Castilla y León».

Posada en la que brillan con luz propia los galardonados de todas las ediciones, como los 14 del año pasado, que ayer recibían el aplauso y el abrazo presencial del que no podían disfrutar en 2020, cuando la pandemia impedía la celebración presencial de los premios.

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